Con la llegada de la hermana Blanca Nubia López a Cartagena, se iniciaron recorridos comunitarios junto a voluntarias y líderes locales para reconocer el sector "Afriquita" y las situaciones de riesgo que enfrentaban niñas y adolescentes, dando origen a la Obra enfocada en prevenir las violencias sexuales.

En 2013 surge el Programa Talitha Qum, con la llegada de  la Hermana Blanca Nubia López a Cartagena tras el cierre de una obra del Buen Pastor por falta de recursos. Con el apoyo de voluntarias y del párroco del barrio San Francisco, realiza recorridos por el sector de Afriquita, identificando riesgos y necesidades de niñas en situación de vulnerabilidad. Se inicia un diagnóstico social y se construyen alianzas clave con servidores y bienhechores. Nace así una propuesta de prevención y empoderamiento basada en la fe, la comunidad y la esperanza. El nombre “Talitha Qum” simboliza el llamado a la vida y la dignidad.

Este año 2013 representa el origen del Programa Talitha Qum, gestado en medio del cierre de obras previas por parte de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, que interrumpió su acompañamiento a niñas y adolescentes en alto riesgo por falta de personal y recursos. Ante esta situación, la Hermana Blanca Nubia López Rendón llega a Cartagena con el propósito de continuar la misión pastoral, enfrentando directamente las problemáticas sociales del sector.

Durante los meses de agosto, septiembre y octubre, la Hermana Blanca y un grupo de voluntarias, como Ónix Negrete, Beatriz Mattos, Lorenza Pérez, y otras colaboradoras clave, realizan recorridos por el sector de Afriquita, en el barrio San Francisco. En estos recorridos se identifican los principales riesgos y necesidades de la comunidad, lo que permite hacer un diagnóstico de las realidades sociales y comunitarias. Este diagnóstico marca el inicio del Programa Talitha Qum, basado en la intervención social estratégica.

El Padre Nelson José Serrano Castañeda, párroco del barrio San Francisco, ofrece un espacio en su parroquia para facilitar los primeros encuentros con las niñas y adolescentes, lo que permite que el programa comience a tomar forma. A pesar de no recibir una aprobación formal por parte de la comunidad religiosa, la Hermana Blanca, con su dedicación apostólica, decide continuar con la obra, guiada por su compromiso con el servicio y la fe.

Este año también marca el inicio de la construcción de alianzas clave, con la colaboración de servidores, voluntarios y bienhechores que contribuyen al programa. Se realizan las primeras matrículas y se elige el nombre «Talitha Qum», una expresión bíblica que simboliza el llamado a la vida y a la dignidad.

Durante el año, se celebran diversos eventos significativos, como el Día de la Niña, el Día de la Familia, la Fiesta Arquidiocesana, y las Solemnidades de Santa María Eufrasia, San Eudes y San Francisco de Asís, entre otros. Estos espacios festivos y espirituales refuerzan el compromiso del programa y su impacto en la comunidad.

El 2013 siembra las bases para lo que más tarde se consolidará como una propuesta integral de prevención, protección y empoderamiento para niñas y adolescentes en situación de riesgo, sostenida por la fe, la comunidad y la esperanza.🕊️