En 2023, Talitha Qum profundizó su fortalecimiento institucional implementando un Sistema de Gestión de Calidad propio, mejorando el seguimiento a egresadas, la sistematización de experiencias y el trabajo psicosocial. Se consolidaron proyectos ampliando la incidencia en familias, comunidades y redes aliadas. Se avanzó en la construcción de una metodología oficial con apoyo de la Pastoral Social. El arte y la cultura siguieron siendo herramientas clave de prevención, mientras eventos como la Cena Rosada, el Pulguero y el Almacén Talitha fortalecieron la sostenibilidad. Se celebraron egresos exitosos y se sistematizaron los primeros 10 años del Programa.

Apartir de los hallazgos de la evaluación externa del año anterior, el Programa Talitha Qum profundizó en su fortalecimiento institucional con la construcción e implementación de un Sistema de Gestión de Calidad propio. Este proceso permitió optimizar la gestión de la información, mejorar el seguimiento a egresadas, avanzar en la sistematización de experiencias y fomentar la eficacia del trabajo psicosocial en cada sede.

Se dio continuidad y fortalecimiento a proyectos clave como Adveniat, ABA ROLI, CABOT y el comité “Se Luz”, alineados a una estrategia de incidencia que llevó al Programa más allá de sus sedes, conectándolo con las familias, comunidades y redes institucionales. Además, se inició la construcción de una metodología oficial para guiar los procesos de atención y acompañamiento, con apoyo de la Pastoral Social.

La gestión de recursos se mantuvo activa a través de proyectos aprobados, eventos como la Cena Rosada y los Pulguero, el impulso del Almacén Talitha y el constante apoyo de bienhechores. Las expresiones de arte y cultura se integraron como herramientas de prevención con montajes temáticos en cada sede, y el cuidado del equipo se promovió mediante espacios de bienestar.

Las celebraciones significativas y la reestructuración organizacional fortalecieron el sentido de pertenencia y compromiso institucional. El egreso exitoso de seis adolescentes fue testimonio del impacto sostenido del Programa en la vida de las beneficiarias.

Finalmente, se sistematizaron los primeros 10 años de historia del Programa, rescatando la memoria institucional y reafirmando su compromiso con las niñas y adolescentes.