El enfoque sistémico “admite la necesidad de estudiar los componentes de un sistema, pero no se limita a ello. Reconoce que los sistemas poseen características de las que carecen sus partes, pero aspira a entender esas propiedades sistémicas en función de las partes del sistema y de sus interacciones, así como en función de circunstancias ambientales. Es decir que el enfoque sistémico invita a estudiar la composición, el entorno y la estructura de los sistemas de interés”[1]. Para el Programa Talitha Qum, este enfoque permite entender a las familias como una totalidad integrada por distintas partes. Bajo este entendimiento la familia es mucho más que la suma de sus partes, ya que se relacionan de manera interdependiente.
A la luz de éstas premisas, es posible entender que las concepciones, practicas e imaginarios de quienes componen las familias no son aisladas, sus integrantes se influyen de forma recíproca, y lo que afecta a uno, se percibe en todo el sistema familiar.
En la misión del Programa Talitha Qum se ha establecido un nivel de incidencia en la familia y la sociedad a partir del fortalecimiento de entornos protectores, este propósito es posible en la medida en la que se reconoce que las relaciones intrafamiliares reciben la influencia del exterior y viceversa, aunque no se participe de manera directa y activamente en ellas. Este enfoque lleva implícito el fortalecimiento de capacidades individuales, familiares, comunitarias y de las redes sociales de apoyo, para la generación de contextos libres de violencia sexual a NNA.
[1] BUNGE, M. Sistemas sociales y filosofía. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1995, p. 7 – 8.